Atracción turística
El casco viejo
Casas de entramado, museos y lugares de interés en el núcleo histórico de Hannover.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, el centro de la ciudad presumía de un gran casco antiguo con angostos callejones y muchas casas de entramado de la Edad Media. Allí vivía mucha gente pobre en condiciones adversas. Los ciudadanos corrientes de Hannover se mantenían lejos de esta zona, ya que consideraban que allí abundaba la delincuencia y la promiscuidad. El valor histórico de los pintorescos edificios solo interesaba a unos pocos.
El casco antiguo de Hannover se extendía desde la Steintor hasta la plaza Aegidientorplatz, y hoy solo se puede reconocer por su forma elíptica. Las antiguas calles principales, como Osterstraße, Schmiedestraße, Knochenhauerstraße, Burgstraße, Leinestraße y otras, están conectadas por numerosos callejones y se vuelven a unir en las antiguas puertas, una práctica habitual en los asentamientos de comerciantes alemanes en la Edad Media.
Después de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, apenas quedó nada del casco viejo de Hannover. Solo sobrevivieron cuarenta casas de entramado, doce de las cuales se encuentran en las calles Knochenhauerstraße, Kramerstraße y Burgstraße. Durante la reconstrucción de Hannover, algunas partes de los viejos edificios, sobre todo las fachadas, se transfirieron y concentraron en esta zona, de modo que actualmente forman un «nuevo casco viejo» en la parte más antigua de Hannover. La casa de entramado más vetusta y pintoresca de la ciudad se puede ver entre los nuevos edificios de la parte superior de la calle Burgstraße. La fachada renacentista data de 1566 y la casa que hay detrás es incluso más Antigua.
Muy cerca, entre edificios nuevos, está la iglesia más vieja de Hannover, la «Kreuzkirche», construida en 1333. Su interior quedó destruido durante la Segunda Guerra Mundial. El altar, diseñado por Lucas Cranach el Viejo, procede de una iglesia de Einbeck. La capilla de Duve, adyacente a la Kreuzkirche, se construyó en 1655 y alberga el panteón familiar de los Duve, una próspera familia de comerciantes. Su miembro más famoso fue Johann Duve, que se hizo célebre por su altruismo.
Siguiendo la calle Kreuzstraße se llega a la plaza Ballhofplatz. El Ballhof, construido entre 1649 y 1664, solía utilizarse como pabellón deportivo para juegos de pelota al abrigo del viento y la lluvia. Más tarde se utilizó como salón de actos y, finalmente, se convirtió en un teatro. La Ballhofplatz se creó en los años 30, cuando muchos edificios antiguos de la zona se demolieron como parte de un proceso de reurbanización.
Enfrente del museo de la ciudad, construido en los años 60 con un estilo extravagante, se halla la reconstrucción de la casa de Leibniz. Era un edificio muy famoso con una hermosa mampostería de arenisca. Construido originalmente en la calle Osterstraße en 1499, se restauró en 1652 y en él vivió el célebre filósofo Leibniz a partir de 1676. Quedó destruido durante la Segunda Guerra Mundial. La reconstrucción de la fachada se basó en fotografías y vestigios. El edificio que se esconde tras la fachada es completamente moderno y sirve como casa de huéspedes para las universidades de Hannover.
El Leineschloss, que en la actualidad es la sede parlamentaria del gobierno de Baja Sajonia, se remonta al siglo XII. En sus orígenes fue un convento franciscano que se disolvió en 1553. Cuando el duque de Calenberg trasladó su residencia a Hannover en 1636, se redecoraron algunas partes del edificio. En el siglo XIX, después de que Hannover se convirtiera en reino, todo el Leineschloss fue reconstruido por el renombrado arquitecto Laves, quien también construyó el pórtico con seis columnas corintias. En 1943, el Leineschloss se incendió casi en su totalidad, solo sobrevivió el pórtico. Durante su reconstrucción se añadió el salón de actos moderno.